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DIOS NO FRACASA Y NO PATROCINA FRACASOS

Hace poco reflexionaba unas palabras del Santo Padre Benedicto XVI, en ellas afirmaba lo siguiente: Dios no fracasa. "Fracasa" aparentemente; así sucedió con Adán y con tantos otros, pero en realidad no fracasa, pues de ello saca nuevas oportunidades de misericordia mayor, y su creatividad es inagotable. No fracasa, porque siempre encuentra modos nuevos de llegar

El mundo de excelencia, perfección y crítica en que vivimos, nos lleva a un auto-esfuerzo muy grande para sacar adelante de la mejor manera nuestros proyectos. Sí, es verdad, vivimos angustiados en querer quedar bien con todos y que luego se nos diga, ¡qué bien lo hiciste!, ¡qué padre te quedó!, ¡es que realmente eres excepcional!

La vida puede ser vivida o transformarse en un simulacro. Puede ser serena, puede ser competitiva, puede ser alegre, puede ser triste, pero siempre es irrecuperable. El ser humano, eternamente insatisfecho, padece cuando no tiene nada y también padece cuando tiene demasiado. No quiere conservar sus bienes para disfrutarlos, sino mantenerlos para acrecentarlos. Si alguien es

Los hombres nos acostumbramos a querer tener respuestas a todos los interrogantes, más aún, cuando alguno de ellos tiene el aspecto de fracaso, injusticia o falta de sentido común, nuestro interior se debate y se revela en cuestionamientos y en querer dar las respuestas que nos parecen más acertadas. El silencio de Dios; la vida de Dios

Algunos decían que él era muy extraño; otros, que era sobrenatural. Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo. Una cierta noche, el palco de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquesta entró y fue aplaudida. El

Nadie puede expresar el gozo de María; nadie está en condiciones de comprender la abundancia de su dulzura y la grandeza de su consuelo, porque donde más sobreabunda la gracia, más sobreabundan la alegría y el consuelo, y también Dios con mayor frecuencia suele efectuar sus visitas. De lo cual se sigue que siempre más fervorosamente

La Virgen Bienaventurada sufrió muchísimo por los errores del mundo y por la perversidad de tanta gente; se compadeció de los que estaban verdaderamente arrepentidos o duramente tentados. Se afligió por la enorme ingratitud de los hombres, para quienes Dios Padre, había mandado a su Hijo unigénito, encarnado por amor, a fin de que reconquistaran el

Ama a María, entonces, y recibirás una gracia especial; invoca a María, y obtendrás victoria; honra a María, y conseguirás la eterna recompensa. Acarrea dos beneficios especiales el vivir con ella: enseña a agradecer a Dios desde lo profundo del corazón, cuando las cosas andan bien; y a soportarlas con paciencia, cuando andan mal. Ella fue