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septiembre 2020

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A fin de comprender aún mejor el misterio, el santo padre se refirió a tres parábolas con las que el mismo Jesús quiso explicar su segunda venida y el llamado Juicio final.  En relación a la parábola de las diez vírgenes (cf. Mt. 25,1-13), explicó que “el Esposo es el Señor, y el tiempo de espera de

“Una madre es algo tan grande y tan hermoso  que hasta Dios mismo quiso tener una…..María!”   Y como a Dios nadie le gana en generosidad, desde la cruz le da al mundo ese regalo tan grande y tan hermoso que es “La Madre”….nos regala a María, Su Propia Madre!… Podrá el mundo valorar alguna vez, la magnitud de

Este tiempo de espera, la “Parábola de los talentos”, nos enseña “la relación entre la forma en que usamos los dones recibidos de Dios y su retorno, de los cuales se nos preguntará cómo los hemos utilizado (cf. Mt. 25,14-30)”.  En referencia a esta enseñanza de Jesús, el Catequista universal advirtió que un cristiano que se cierra

El santo padre se detuvo sobre el pasaje del juicio final, “que describe la segunda venida del Señor, cuando Él juzgará a todos los hombres, vivos y muertos” (cf. Mt. 25,31-46). Recordó que en el pasaje evangélico, Jesús mismo adelantó que en tal juicio, se sentarán a la derecha “los que han actuado de acuerdo a la

“No se turbe vuestro corazón”. “Son palabras muy hermosas. En un momento de despedida, Jesús habla con el corazón en la mano. Sabe que sus discípulos están tristes y … empieza a hablarles de aquel que será su destino definitivo, el cielo. Les dice “Tened fe en Dios y en mí… Como si fuera un ingeniero

Con buenos hogares se podría salvar al mundo, porque ellos tocan a fondo la conducta de los hombres, la felicidad de los pueblos y la raíz de la vida.   Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz. Haz de esta casa una morada de tu presencia, un hogar cálido y dichoso. Venga la tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a

Es un mundo de dificultades afuera y un mundo de amor adentro. Es el sitio donde los pequeños son grandes y donde los grandes son pequeños. Es el mundo del padre, el reino de la madre, y el paraíso de los hijos. Es el lugar donde rezongamos más y donde somos tratados mejor. Es el centro de nuestros afectos, alrededor