Image Alt

Pensamiento del día

  /  Pensamiento del día (Page 44)

SOMOS HIJOS ADOPTIVOS DE DIOS Romanos 8,15 Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! 16 El Espíritu Santo mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17 Y, si hijos, también

NO JUZGAR POR LAS APARIENCIAS   I Samuel 16,7 Pero Yahvéh dijo a Samuel: "No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahvéh mira el corazón. Eclesiástico 11,2 No alabes nunca a un hombre por su

DIOS LA PROHÍBE Levítico 19.15 Siendo juez no hagas injusticias, ni por favor del pobre, ni por respeto al grande: con justicia juzgarás  a tu prójimo. Juan 7, 24 No juzguéis por apariencias, sino juzgad con juicio recto. Santiago 2, 1 y ss. Santiago 2.9 pero si tenéis acepción de personas cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley.

POR QUE NO HACERLA Romanos 10.11  Porque dice la Escritura: Todo el que crea en él no será confundido. 12 Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, rico para todos los que le invocan. 13 Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pues todo el

" LA COMUNIÓN DE MARÍA CON JESÚS " Te bendigo, te alabo y te glorifico, oh benignísima y piadosísima Madre de Dios, María por todos tus ejercicios de devoción y tus sagradas meditaciones acerca de la ley de Dios, a los que te dedicabas día y noche; por tus muy fervorosas oraciones, por las lágrimas y los

" LA COMUNIÓN DE MARÍA CON JESÚS" Te bendigo, te alabo y te ensalzo, Santa María y mi venerada Señora, por tu vida rebosante de pureza y santidad, tan grata a Dios y a los ángeles, que trascurriste en compañía de Jesús a lo largo de muchos años en pobreza y en silencio, probada por muchos padecimientos

" LA COMUNIÓN DE MARÍA CON JESÚS " Te bendigo, te alabo y te rindo homenaje, gloriosa Virgen María, Madre e Hija del eterno Rey, por los apacibles y frecuentes coloquios con Jesús; por las divinas palabras que con tanta diligencia escuchaste de su boca y que puntualmente conservaste y meditaste en lo íntimo del corazón (Lc

"LA COMUNIÓN DE MARÍA CON JESÚS" Te bendigo, te alabo y te honro, elegida Madre de Dios y humilde "servidora del Señor" (Lc 1,38) por todos los cariñosos y las necesarias ayudas que prestaste a Cristo hecho hombre, tu Hijo; por las múltiples persecuciones, por las privaciones, por los trabajos y las fatigas que soportaste pacientemente con él.