Pensamiento del día

CELO DE LA GLORIA DE DIOS Salmo 5,1 l Trátalos, oh Dios, como culpables, haz que fracasen sus lntrigas; échalos. por el exceso de sus crímenes, por rebelarse contra ti. Salmo 119 (1181. 136 Mis ojos destilan ríos de lágrimas, porque tu

EL CELO DE YAHVEH SE ENCIENDE CONTRA QUIEN LO RECHAZA. Números 10,35 Cuando partía el Arca, decía: Moisés: "Levántate, Yahvéh, que tus enemigos se dis­persen, huyan delante de Ti los que te odian". Deuteronomio  !9,17 No haya pues entre vosotros hombre o

DIOS ES CELOSO Exodo 20,5 No te postrarás ante ellas, ni les darás cult<l, porque yo Yahvéh, tu Dios, soy . un Dios eloso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuanta generación de

REMEDIO CRISTO Lucas 4, I 8 El Espíritu del Señor sobre mi, porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar a los po­bres la Buena Nueva, a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para

  ES CONSECUENCIA DE EMPOBRECIMIENTO DE ESPIRITU. 11 Pedro I ,9 Quien no las tenga (las virtudes! es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. NO SOLEMOS VER NUESTRAS PROPIAS FALTAS. Lucás 6,41 ¿Cómo "es que

Efesios 4,17 Os digo, pues, esto y os conjuro en el Señor, que no viváisya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, 18 sumergido su pensamiento en las tinieblas y ajenos a la vida de Dios por

ES CONSECUENCIA DE LA INFLUECIA SATANICA II Corintios 4,3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, 4 para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este mundo, para impedir que vean brillar el

Romanos 1,21 y ss.

Ezequiel 12.2 Hijo de hombre, tú vives en medio de una casa de rebeldía: tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa de rebeldía. Mateo 13, 13 Por eso les hablo en parábolas,

ES CONSECUENCIA DE LA INFLUENCIA SATÁNICA 2 Corintios 4,3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, loestáparalosquesepier- den, 4 para los  incrédulos, cuyas  inteligencias cegó el dios de este mundo, para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio de  la