octubre 2022

EL PREMIO CONDICIONADO AL TRABAJO   Mateo 16,27 Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Mateo 25,46 E irán estos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna. Juan 5,29 Y los que hayan hecho el bien resucitarán

DIOS PREMIABA CON PROSPERIDAD LA GUARDA DE SU ALIANZA Deuteronomio 29,8 Guardad pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para que tengáis éxito en todas vuestras empresas.   DIOS PREMIABA CON PROSPERIDAD LA GUARDA DE SUS MANDAMIENTOS I Reyes 2,3 Guarda las observaciones de Yahvéh tu Dios, yendo por su camino, observando sus preceptos, sus órdenes, sus

Deuteronomio 5,2 Yahvéh nuestro Dios ha concluido con nosotros una alianza en el Horeb. No con nuestros padres concluyó Yahvéh esta alianza, sino con nosotros, con nosotros estamos hoy aquí

Para que puedan luego conocer un poco la excelentísima dignidad de la muy Bienaventurada Virgen María, escuchen algunos de los tantos dones y privilegios, con los que Dios la ha bendecido y ensalzado, por encima de todos los santos ángeles y arcángeles en el cielo, y por encima de todos los hombres en la María es

MARÍA MEDIANERA DE LA GRACIA     Es muy útil para su salvación, para la honra de Dios y para la alabanza de la Bienaventurada Virgen, que ustedes sean devotos en la oración, empeñosos  en el estudio y en el trabajo, mansos frente a los reproches, sobrios en la comida, irreprensibles en sus miradas y correctos en todo su comportamiento.

MARÍA MEDIANERA DE LA GRACIA   Queridos hermanos, sean fieles servidores de Jesucristo y amantes devotos de su Madre Santísima, la Virgen María, si quieren ser eternamente felices con ellos en el cielo. Ustedes serán gratos a Dios y a su bendita Madre, mientras sean humildes de corazón y castos de cuerpo; mientras sean modestos en el hablar, prudentes,

MARÍA Y EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN   Te ruego, amabilísimo Jesús, en unión con tu dulcísima Madre María y con sus ángeles y santos, haz que mi corazón sea conquistado por ti, enardecido profundamente, visitado más a menudo y conservado en la devoción. Y que, des- pués de los sufrimientos de esta vida, sea conducido a los goces celestiales

MARÍA Y EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN Enciende, pues, mi corazón con nuevo fervor, con más grande y perseverante devoción al alabarte, para que aprenda a rechazar los bienes terrenales y a buscar los celestiales, a gustar y contemplar con María las realidades divinas, regocijándome solamente en ti. ¿Quién podrá ayudarme a mí, pobre criatura, a meditar profunda