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Sembrando Esperanza

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CUANDO LA FE MUEVE EL ACTUAR DE DIOS

Cada día pasan por nuestra vida situaciones tan variadas, tan complejas, que nos desconciertan e incluso nos hacen dudar sobre la existencia de Dios.  ¿Dónde está Dios en medio de esta tragedia? ¡Es que Dios no nos escucha! Exclamamos en un grito angustiante de desesperación. Dios siempre está presente en medio de nuestra vida, incluso en los momentos más complicados.

Dios es un Padre bueno que no nos deja. Lo importante es creer esto y tener la certeza y la fe que Dios actuará. ¿Cómo es nuestra fe? ¿Cómo es tu fe? ¿Verdaderamente creemos,  en Dios? ¿Nos abandonamos en sus manos, o nuestra fe es una fe circunstancial, de mente, de palabras? ¿Estamos dispuesto a hacer un verdadero acto de audacia? ¡Qué grandes son las personas cuya fe es viva, operante, luminosa! ¡Personas que se saben abandonar a la Providencia Divina, sin exigir pruebas, milagros, respuestas! En su corazón solo hay una certeza: Dios actuará, no dejará de oír su oración, su lamento.  Les invito a que hagamos un alto en nuestro camino y califiquemos nuestra fe.

“En un pueblito de zona rural en los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, debido a que subsistían con el fruto del trabajo del campo. A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al párroco local y le dijeron:

  • “Si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiante situación.”
  • “Está bien, le pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable.”
  • “¡Díganos cuál es!”, respondieron todos.
  • “Hay que pedírselo con fe, con mucha fe, contestó el párroco”
  • “¡Así lo haremos y también vendremos a la iglesia todos los días!”

Los campesinos comenzaron a ir a la iglesia todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente. Un día, fueron todos a enfrentar al párroco y a reclamarle:

  • “Usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, Él iba a acceder a nuestras peticiones. Pero ya van varias semanas y no obtenemos respuesta alguna.”
  • “¿Han ustedes pedido con fe verdadera?”, les preguntó el párroco.
  • “¡Sí, por supuesto!”, respondieron al unísono.
  • “Entonces, si dicen haber pedido con Fe Verdadera… ¿Por qué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?”

“No me elegisteis vosotros a mí, mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.” (Juan 15,16).

La gente de hoy vive angustiada porque no ha sabido distinguir los límites de su acción. No sabe dejar a Dios actuar. Y esto se debe, principalmente, a una gran falta de fe. La pregunta fundamental que llevará a la superación de alguna necesidad o problema es la que Jesús generalmente formula: ¿Creen que puedo hacerlo? El hombre, cuando se encuentra en dificultad y recurre a Dios, muchas veces no considera la posibilidad de que Dios pueda actuar PODEROSAMENTE en su vida.  Sabemos que el resultado es “Que se realice conforme a tu fe”. “Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis.” (Mateo 21,22)

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