GOTAS DE ESPERANZA
Año 1866. La guerra prusianogrienta aquellos campos, testigos de tantas batallas. En una de ellas ha quedado herido el príncipe Antal, y su ejército ha huido vergonzosamente. Hora tras hora, llama a la muerte para que le libre de aquel dolor y aquel abandono. De noche, lo encuentra así un soldado prusiano. — Mátame —le dice el
GOTAS DE ESPERANZA
En Inglaterra se acogió con gran caridad al pueblo francés desterrado por la revolución. Un lord inglés encontró a un sacerdote cuyo porte anunciaba una honrosa pobreza. Uno y otro subían la escalera de un observatorio. El inglés, de propósito, tomó la delantera y, con disimulo, dejó caer de su bolsillo cien guineas. El eclesiástico las recogió
GOTAS DE ESPERANZA
Hubo en Valencia un sacerdote llamado mosén Simón cuya fama de santidad y de caridad con los pobres ha llegado hasta nuestros días. En cierta ocasión una pobre viuda, anegada en lágrimas, le pidió cien escudos para poder casar a una hija cuya honestidad peligraba, y que sin esa cantidad no podría casarse. Se afligió el santo
GOTAS DE ESPERANZA
Gayarre había cantado en el Teatro Real y había tocado el violín Sarasate. Eran dos artistas maravillosos. Al salir, de noche y en un crudo invierno, encontraron a un pobre ciego que a grandes voces decía: Una limosnita, hermanos, por el amor de Dios. Se pararon y le preguntaron: ¿Qué te sucede, hermano? Dadme una limosna para
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En el verano de 1847, pasando Pío IX por una de las calles de Roma, vio a un viejo que yacía desmayado en el suelo. El bondadoso papa hizo parar al instante su carruaje y, habiendo preguntado quién era aquel pobre hombre, uno de los circunstantes respondió despectivamente: «Es un Judío.»Poco satisfecho de esta desabrida respuesta,
GOTAS DE ESPERANZA
Se cuenta que una pobre madre, habiéndose perdido en una selva inmensa con su hijito de pocos años, caminó durante varios días gritando y llorando, sin encontrar camino. que la sacara a puerto de salvación ni aliento alguno. Exhausta ya, y viendo que su hijito se maría de hambre, exclamó desesperada: — ¡No me importa morir yo, pero
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San Juan de Dio, el fundador de las Hermanos Hospitalarios, había estado andando todo el día de cama en cama en el hospital, curando enfermos y vendando heridas. Quedó cansada hasta desfallecer. Y cuando quisa, retirarse a descansar le trajeron a casa un mendigo andrajoso cuyos pies formaban una asquerosa pústula. Inmediatamente depuso el santo el
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El día 1 de diciembre de 1958, sor Blanca Bellies estaba al cuidado de las enfermas en el pabellón número 80 del manicomio de Nuestra Señora de la Piedad, en Roma. A pesar de ser el pabellón de las enfermas tranquilas y acostumbradas ya a la vida del manicomio, una de ellas, en un ataque inesperado
GOTAS DE ESPERANZA
Dijeron un día al señor arzobispo de Auch que se había prendido fuego en una casa de la ciudad. Corre luego allá, y al llegar le comunican que queda en un cuarto de la casa un niño que no ha podido salvarse. Al oír esto, el caritativo prelado se enternece hasta derramar lágrimas y ofrece una
GOTAS DE ESPERANZA
El 23 de mayo de 1927, horroroso terremoto devastaba China, un terremoto que no tuvo igual desde tiempos inmemoriales. Aldeas enteras desaparecieron de la faz de la. tierra y los hombres murieron a millares bajo las ruinas. Las monjas de Sisiang, como consignó el semanario «América» (13 de agosto de 1927), estaban esperando justamente la santa