
CONOCER A MARIA
LA COMUNIÓN DE MARÍA CON JESÚS
Oh única esperanza, gloriosa Virgen María, ven a mostrarme tu rostro, antes que mi alma abandone mi cuerpo; y «vuelve a mí tus ojos misericordiosos», con los que miraste muy a menudo con intensa alegría a Jesús, «el fruto bendito de tu vientre»: ojos marcados por tantas lágrimas durante su pasión.
Share: