
GOTAS DE ESPERANZA
Francisca de Chantal no sabía rechazar a ningún pobre. Algunos pordioseros se aprovechaban de ello iban a pedir y después, dando la vuelta al castillo, se presentaban de nuevo.
Se llamó la atención de la castellana sobre esta treta, mas ella contestó: «También yo estoy pordioseando continuamente ante el trono del Señor, y no me gustaría que Dios rechazase mi súplica a la segunda o tercera vez. Si Dios soporta con paciencia mi insistencia, yo también puedo soportar la de los mendigos. »
Share: