
GOTAS DE ESPERANZA
Santa Catalina de Génova preguntó una vez a su director espiritual en qué debía reparar más cuando oraba o leía. El sacerdote le respondió:
«Hija mía, en tus oraciones medita siempre las palabras: «Hágase tu voluntad.» Y al leer la sagrada Escritura detente en la palabra «amor» siempre que salga. Pues sábete que esta palabrita es la más excelsa y la más rica en sentido de toda la sagrada Escritura. Toda la perfección no consiste más que en el cumplimiento de la voluntad divina yen la caridad. Con estas dos virtudes podrás caminar segura, y nunca te extraviarás del camino del cielo, sin que necesites ahora luz ti otra guía.»
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