CUARESMA, UN CAMINO DE CAMBIO, CRECIMIENTO Y ENTREGA
Entremos en nuestra CUARESMA INTERIOR… y ascendamos hasta la MONTAÑA DE LA PASCUA.
La Cuaresma es un período hermosísimo que tenemos los cristianos para acompañar a Jesús en su camino de entrega y de salvación. Por lo tanto, para nosotros significa:
Se escriben con “C”, de Cuaresma “Cambio” y “Conversión” de “Corazón”. Te ofrecemos Señor, nuestras ganas de ser mejores, nuestros deseos de vivir siempre con un corazón sencillo, abierto, generoso y que imite tus pasos.
La “U” nos habla de “Unidad”, de “Unión”. Te ofrecemos Señor, nuestro pequeño esfuerzo por ir construyendo poco a poco una familia, una comunidad cristiana, un ambiente, un mundo más unido y el deseo de poner en práctica todos juntos el mensaje de Jesús: “Ámense los unos a los otros” “Ser Uno en el Señor”.
Cuaresma tiene la “A” de “Amistad”, de “Alegría”, de “Amor”. Te ofrecemos Señor, la Amistad auténtica y sincera que solo busca hacer el bien; te ofrecemos nuestras ilusiones, el gozo de sentir que eres nuestro Maestro y nuestro guía, que nos cuidas y nos quieres.
Cuaresma lleva la “R” de “Rezar”. Que mi relación contigo sea frecuente, espontánea, sencilla, amorosa, a través de la oración. Quiero que en estos días mi oración sea más constante y más intensa.
Cuaresma se escribe con “E” de “Esperanza”, de “Entrega”. Queremos comprometernos Señor a ayudar a los que a diario están a nuestro lado y también a los que se encuentran lejos; solo así podremos esperar un mundo nuevo y mejor.
Cuaresma se escribe con la “S” de “Silencio”, de “Soledad”, de “Sobriedad”. En medio de tantos ruidos, de tanta prisa, queremos dedicar Señor, un tiempo para pensar, para reflexionar y revisar nuestra vida como cristiano; en el silencio Tú nos hablas y nos respondes; necesitamos retirarnos a la soledad para estar atentos a Tu paso por nuestra vida. Te ofrecemos el cuidado de la mirada, de nuestros gestos, de nuestras acciones, seremos ponderados y recatados en nuestros movimientos.
Cuaresma tiene la “M” de “Madre”, de “María”. Queremos Señor, como ella, escuchar atentamente Tu palabra para poder cumplir Tu voluntad.
Cuaresma tiene la “A” de “Ayuno”, ayunar de críticas, desalientos, tristezas, egoísmo. Te ofrecemos Señor, lo mejor que hay dentro de nosotros, para agradarte y hacer que te sientas contento con nosotros.
Hagamos en cada Cuaresma un proyecto en el cual ofrezcamos a Jesús un verdadero camino de cambio, crecimiento y entrega, viviendo las virtudes que Cuaresma nos enseña: Conversión, Unidad, Amistad, Rezar, Esperanza, Silencio, María y Ayuno. Abramos nuestra vida a Dios y a los demás.
A diario podemos esforzarnos por vivir cada una de estas letras con la que está compuesta la palabra CUARESMA.
Al mundo le faltan besos, ternura, miradas profundas, apretones sinceros… da CARIÑO.
Hay tanta desunión entre la gente, entre los hermanos, los amigos… Seamos lazo que UNA.
Mucho se habla de amor, pero… ¿Se sienten queridas las personas? Seamos amor de Dios para los más débiles, no dejemos de AMAR.
¿Qué hemos hecho del sentido del humor? Riamos y hagamos reír, contemos un chiste, tarareemos una canción, susurremos una sana broma, ofrezcamos siempre una SONRISA.
¿Qué entregar? Es mejor entregarse. Démonos a los demás: ayudemos a llevar la compra a alguien, juguemos un rato con un niño, escuchemos, dediquemos tiempo a acompañar, dialoguemos, ENTREGUÉMONOS.
La vida es muy complicada, hagámosla sencilla, llana, transparente, luminosa, seamos SENCILLOS.
Regalar sonrisas, alegría, vida, entusiasmo, es hacer que el corazón de los demás se sienta feliz. Llevemos el MENSAJE de salvación.
Entreguemos con naturalidad y sencillez todo lo mucho y bueno que hay en nuestro interior, APASIONÉMONOS POR DIOS.
Que esta Cuaresma sea un encuentro real con nosotros mismos, busquemos la experiencia personal de Dios, y así le daremos sentido a estos días.
