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Historias y anécdotas

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El lobo roba y dispersa las ovejas, porque a unos arras­tra a la impureza, a otros inflama con la avaricia, a otros los hincha con la soberbia, a otros los separa por medio de la ira, a éste le estimula con la envidia, al otro le incita con el engaño. De la misma manera que el

Godofredo de Bouillon había asaltado veinti­cinco veces los muros de Jerusalén. Todo fue en balde. Ya sus soldados, presa del desa­liento, gemían: "¡Si no puede ser!" "¡Qué sí!" -Respondía el jefe; "¡Tiene que ser y será! ¡Quien tenga valor que me siga!" Por vigésima sexta vez se encarama con sus cruzados en las escalas arrimadas a los

Una nadadora intentó cruzar un canal de 10 millas. Venía queriendo parar donde las 6 millas. Su madre y entrenador en una barca. Mucha niebla a las 91/2, sin saber cuánto faltaba ya no puede más; sube y al llegar a la orilla en la barca se lamenta profundamente al saber que sólo le faltaba 1/2

Un rey oriental, derrotado dos veces en la guerra, des­cansa­ba desalentado en su tienda de campaña. De pronto vio que una hormiga trepaba a un bastón cercano. El rey con un dedo tiró a la hormiga. Pero ésta volvió a trepar. La tenacidad de aquel insecto llenó de curiosidad al rey. Muchas veces tiró a la hormiga, y

Dos ranas, Pancho y rancho, iban saltando muy alegremente y en uno de esos saltos fueron a caer en una pota de leche. Empezaron a saltar para salir, pero no podían. Estuvieron así mucho tiempo y Rancho se desanimó y se dejó ahogar. Pero Pancho siguió intentando y, de tanto moverse y por tan largo tiempo,

Tienes que tener 3 corazones. El primero, lleno de amor hacia Dios, hablando, pensando y siempre obrando por El. El segundo, inundado también de amor por el prójimo, ayudándolo, instruyéndolo y rezando por el ¿Y el tercero? El tercer corazón debe ser severo, (cruel) contigo mismo, resistiendo a la voluntad y al amor propio, castigando la

De vuelta de África a Europa, en un vapor, un misionero tuvo que sentarse durante la comida junto a una señora vestida muy a la moda, es decir, muy poco vestida. El misionero se sentía violento y meditaba la manera de llamar la atención cortésmente a su compañera de viaje. Al final de la comida sirvieron

Padre me pongo en tus manos haz de mi lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. no deseo nada más Padre; te confío mi alma, te la doy con todo el

Gordio era un oficial romano que fue condenado a muerte por negarse a rendir culto al César. Sus amigos le aconsejaron que negase sólo exteriormente su fe, conservándola fielmente en su corazón. Mas él les contestó: «El que me dio el corazón me dio también la lengua.» Y murió en aras de su fe.  

Dos jóvenes pintores alemanes se dirigieron hacia Roma en el año 1811, pasando por el Tirol. Uno de ellos era Peter Contumelias. Hubieron de pernoctar en casa de un campesino tirolés y presenciaron la solemne escena de la oración vespertina de la familia. Todos los de la casa se reunieron. Los dos huéspedes, durante el rezo, hicieron