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Historias y anécdotas

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El cardenal Hayes de Nueva York, contó el siguiente hecho al padre Heredias: A Mr. Thomson, agnóstico, que se había opuesto al bautismo de sus hijos, se le murió una hijita. Más adelante, habiéndose hecho católico, nos contó su pesar: - Ore usted por ella -le dijimos-. - ¿De qué puede servirle mi oración, si no tiene remedio? - Para

En el siglo IV, un sabio de celebridad mundial, pero de vida pecadora, vislumbró un día el justo modo de cotizar valores y estimar más el alma que cualquier otra cosa. y exclamó: «Han podido hacerla éstos y aquéllos, y tú, con tu ciencia, ¿por qué no podrás?» Esta frase hizo santo al gran san Agustín

Cada alma es como una viña en cuya salvación y santificación quiere el Señor que trabajemos con afán. U no de los métodos más dañinos con que el demonio pierde a los hombres es el de procurar que retrasen el trabajo de su salvación.   Dicen que una vez Satanás reunió en asamblea a todos los demonios con

.  San Juan Bosco dijo un día a uno, de sus jóvenes: — ¿Quieres ayudarme a hacer una cosa?   El joven respondió, contento: — ¡Ya lo creo; con mucho gusto!   Don Bosco se inclinó entonces hacia él y murmuró a su oído: — Ayúdame a salvar tu alma.   El joven se quedó pensativo y preguntó: — ¿De qué modo puedo ayudarle, padre mío?   —

En la parte meridional de África vi ve el pequeño pueblo de los bóers. En el año 1899 su nombre adquirió celebridad mundial por el heroísmo con que lucharon en la guerra contra los ingleses. Esta guerra tuvo por motivo la pretensión de Inglaterra de apoderarse de las valiosas minas de diamantes de los bóers. Estos

Examinábase un joven subteniente, y el comandante examinador le propuso la siguiente cuestión: - En el curso de una operación os halláis en esta embarazada situación: un formidable enemigo se os acerca por delante: estáis cercados a ambos lados por un enemigo superior, y por detrás tenéis cortada la retirada. ¿Qué haréis en este caso? Todos fijaron la

Un hombre ya entrado en años alcanzó la fe de Jesucristo en una misión de China. Al llegar la "liberación" comunista, el viejo neófito fue encarcelado. Pero todas las mañanas, sin el menor respeto humano, se arrodillaba en la nave de la prisión y rezaba sus oraciones nuevas, intactas, casi con calor de catequesis. Un día el

Había en París una familia rica que en un mismo día perdió al padre y su fortuna. Algunos días después la madre no pudo dar a su hija, niña de seis años, más que pan seco para desayunar, pan seco para comer y para cenar, pan seco otra vez. La madre, antes de acostar a su hija,