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MUERTE / UNIVERSAL

Cuando Pirro, Rey de Epiro, uno de los más grandes capi­tanes de la antigüedad, oyó a sus embajadores ponderar el poderío de Roma, exclamó. - Pero, ¿Acaso en Roma no hay imperfecciones y defectos?. - Sí -respondieron los nuncios-, hay uno, y éste grandísimo:        ¡También se muere en Roma!. - Aunque así sea, vayamos -dijo Pirro-; Roma será

Era un muchacho superdotado, de alma predestinada, que murió a los 19 años de edad. Enviado a un hotel transformado en sanatorio, un día asistió a una fiesta: baile, música, distracciones. En un entreacto abandonó la sala y, cuando se disponía a entrar de nuevo, de repente pensó en Jesús. «¡Ya no vuelvo!», pensó. «Me ha mirado

Lunes, 5 de octubre de 2020 Primera lectura Lectura del libro del Deuteronomio (8,7-18): Habló Moisés al pueblo, diciendo: «Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y

A fin de comprender aún mejor el misterio, el santo padre se refirió a tres parábolas con las que el mismo Jesús quiso explicar su segunda venida y el llamado Juicio final.  En relación a la parábola de las diez vírgenes (cf. Mt. 25,1-13), explicó que “el Esposo es el Señor, y el tiempo de espera de

“Una madre es algo tan grande y tan hermoso  que hasta Dios mismo quiso tener una…..María!”   Y como a Dios nadie le gana en generosidad, desde la cruz le da al mundo ese regalo tan grande y tan hermoso que es “La Madre”….nos regala a María, Su Propia Madre!… Podrá el mundo valorar alguna vez, la magnitud de

Este tiempo de espera, la “Parábola de los talentos”, nos enseña “la relación entre la forma en que usamos los dones recibidos de Dios y su retorno, de los cuales se nos preguntará cómo los hemos utilizado (cf. Mt. 25,14-30)”.  En referencia a esta enseñanza de Jesús, el Catequista universal advirtió que un cristiano que se cierra

El santo padre se detuvo sobre el pasaje del juicio final, “que describe la segunda venida del Señor, cuando Él juzgará a todos los hombres, vivos y muertos” (cf. Mt. 25,31-46). Recordó que en el pasaje evangélico, Jesús mismo adelantó que en tal juicio, se sentarán a la derecha “los que han actuado de acuerdo a la