Pensamiento del día

ORACION A LA BIENAVENTURADA VIRGEN PARA OBTENER EL CONSUELO Oh Madre tan benigna, presta oídos a mis plegarias; ofréceme, oh Virgen, tu jarro y dame un poco a beber. De la sobreabundancia de gracia que hay en ti hasta rebasar, derrama sobre mí un pequeño consuelo. Me es muy necesario en este momento y siempre viene bien,

ORACION A LA BIENAVENTURADA VIRGEN PARA OBTENER CONSUELO Yo acudo a ti con mucha frecuencia y con gran esperanza, para merecer siempre ser favorecido por tu auxilio y reanimado por el aliento de tus pala- bras, tanto si los asuntos me marchan bien como si me marchan mal. Si tú nos ofreces tus consuelos, ¿qué tristeza

ORACION A LA BIENAVENTURADA VIRGEN PARA OBTENER CONSUELO No me aparto, ni te dejo. Permaneceré siempre a tu lado, hasta que te compadezcas de mí. Conozco tu incomparable dulzura y el maternal afecto de tu corazón, tan ardoroso por la abundancia del divino amor, que resulta inconcebible el temor de que llegue a faltar tu consuelo.

ORACIÓN A LA BIENAVENTURADA VIRGEN PARA OBTENER CONSUELO El hijo. Misericordiosísima María, Madre de Dios, recibe a tu siervo que se dirige a ti en cada tribulación. Purísima Virgen, recíbeme como al único que no tiene quien lo Oh Señora mía, fíjate en mi aflicción y ábreme el seno de tu misericordia. Heme aquí: yo llamo, grito,

Isaías 48, 17 Así dice Yahvé, tu redentor, el Santo de Israel. Yo, Yahvé, tu Dios, te instruyo en lo que es provechoso y te marco el camino por donde debes ir.

Isaías 55,8 y siguientes.

Isaías 49,10 No tendrán hambre ni sed, ni les dará el bochorno ni el sol, pues el que tiene piedad de ellos los conducirá, y a manantiales de agua los guiará.  11 Convertiré todos los montes en caminos y mis calzadas serán levantadas.

Proverbios 16,9 El corazón del hombre medita su camino, pero es Yahvé quien asegura sus pasos. Proverbios   19,21 Muchos proyectos en el corazón del hombre; pero sólo el plan de Yahvé se realiza.

Proverbios 20,24 De Yahvé dependen los pa- sos del hombre: ¿cómo puede el hombre comprender su camino?   Jeremías 10,23 Tú sabes, Yahvé, que no de- pende del hombre su camino, que no es del que anda, enderezar sus pasos. (De- pende, además de la libertad del hombre que escoge, de la ayuda de Dios.)